jueves, 3 de marzo de 2011

Signos Vitales

Signos vitales
Signo: es una manifestación objetiva de la enfermedad, descubierta por el medico mediante el examen físico o los métodos complementarios de diagnóstico. Esto al ser algo objetivo se puede ver y medir.
Síntoma: es la referencia subjetiva que da un enfermo por la percepción o cambio que puede reconocer como anómalo o causado por un estado patológico o enfermedad, que no se puede cuantificar con ayuda de instrumentos médicos. El medico solo lo puede descubrir por medio de un interrogatorio clínico.
Síndrome: es un conjunto de signos y síntomas relacionados entre sí, es decir, que tienen una fisiopatología común pero que obedecen a etiologías diferentes.
Semiología: es la rama de la medicina, que se ocupa de la identificación de las diversas manifestaciones de enfermedad. Está dividida en dos grandes partes: la semiotecnia (técnica de la búsqueda del signo) y la clínica propedéutica (enseñanza preparatoria destinada a reunir e interpretar los signos y síntomas para llegar a un diagnóstico).
Signo vital: son las señales o reacciones que presenta un ser humano con vida que revelan las funciones básicas del organismo, se pueden observar, medir y vigilar para evaluar el nivel de funcionamiento físico de una persona. Los signos vitales normales cambian según la edad, el sexo, el peso, la tolerancia al ejercicio y la enfermedad.

Los signos vitales son:

·        Temperatura
·        Frecuencia respiratoria
·        Frecuencia cardiaca
·        Pulso

*Presión arterial
*Índice de masa corporal

* La presión arterial y el índice de masa corporal no se consideran signos vitales, pero siempre se miden junto con ellos para tener un mejor conocimiento del estado de salud de los pacientes

Temperatura
La temperatura es una magnitud que refleja el nivel térmico de un cuerpo, es decir, su capacidad para ceder energía calorífica. La temperatura depende del movimiento de las moléculas que componen a la sustancia, si estas están en mayor o menor movimiento, será mayor o menor su temperatura respectivamente.
El calor es la energía que se pierde o se gana en ciertos procesos. Por lo tanto, los términos de temperatura y calor, aunque relacionados entre sí, se refieren a conceptos diferentes: la temperatura es una propiedad de un cuerpo y el calor es un flujo de energía entre dos cuerpos a diferentes temperaturas.
La temperatura corporal es la medida del grado de calor de un organismo y desempeña un papel importante para determinar las condiciones de supervivencia de los seres vivos. Así los seres humanos necesitan un rango muy limitado de temperatura corporal para poder sobrevivir, y tienen que estar protegidos de temperaturas extremas.
La temperatura corporal normal del cuerpo humano refleja el equilibrio entre dos procesos opuestos:
(1) La producción de energía en forma de calor por los tejidos vivos llamada termogénesis.  
(2) La pérdida de está al medio ambiente a través de la emisión de rayos infrarrojos y la transferencia de energía desde la piel y los pulmones.

Su regulación, como otros procesos fundamentales de la biología humana, comprende la compleja interacción de respuestas autonómicas, endocrinas y de comportamiento dirigidas, en este caso, por neuronas termosensibles ubicadas en la región pre óptica, el hipotálamo anterior y las estructuras adyacentes. El cuerpo puede, además, intercambiar pasivamente energía con el ambiente.
Termorregulación
En el cuerpo, el calor se produce por actividad muscular, asimilación de alimentos y por todos los procesos vitales que contribuyen a la tasa metabólica basal. El calor se pierde por radiación, conducción y evaporación de agua en las vías respiratorias y en la piel. También se pierden pequeñas cantidades de calor en la orina y las heces.
El equilibrio entre la producción y la perdida de calor determina la temperatura corporal.
Debido a que la velocidad de las reacciones químicas varía con la temperatura y ya que los sistemas enzimáticos del cuerpo tienen rangos estrechos de temperatura en los cuales funcionan de manera óptima, la función corporal normal depende de una temperatura corporal relativamente constante.
Mecanismos reguladores de la temperatura

Mecanismos activados por el frio
Aumento en la producción de calor
·         Escalofrió
·         Hambre
·         Aumento en la actividad voluntaria
·         Incremento en la secreción de noradrenalina y adrenalina
Disminución de la perdida de calor
·         Vasoconstricción cutánea
·         Encogimiento
·         Piloerección (‘’piel de gallina’’)
Mecanismos activados por el calor
Aumento de la pérdida de calor
·         Vasodilatación cutánea
·         Transpiración
·         Aumento de la respiración
Disminución de la producción de calor
·         Anorexia
·         Apatía e inercia

La temperatura corporal central (temperatura de la sangre en la aurícula derecha) tiene un valor promedio de 37oC, con variaciones diarias no mayores de 0,6oC. En condiciones fisiológicas, cuando la temperatura corporal central se eleva, se producen vasodilatación cutánea y aumento de la sudoración, que disipan calor por convección y evaporación, respectivamente. Si la temperatura corporal central desciende, se aumenta la producción de calor –por incremento insensible del tono muscular – y se atenúa su perdida por disminución de la sudoración y vasoconstricción. Cuando el estrés por frio es intenso, los escalofríos incrementan la producción de calor – durante breve tiempo – casi tanto como un ejercicio máximo.
La red termorreguladora seria, en realidad, más compleja. Las neuronas de la región pre óptica y del hipotálamo anterior reciben, además, información de termorreceptores de la piel y la medula espinal. Estas aferencias, por una vía multisináptica, desde el haz espinotalámico y pasando por la formación reticular del tronco cerebral, finalizan en los centros hipotalámicos. El área pre óptica del hipotálamo se estimula con el calor y la parte posterior es la del frio.
Los mecanismos de termorregulación, si bien están regidos por el sistema nervioso central (centros termorreguladores hipotalámicos) son involuntarios y automáticos. Permiten que la temperatura corporal desarrolle cambios diurnos y previsibles – ritmo circadiano – que van desde los 36oC al amanecer hasta casi 37,5oC al caer la tarde. Este ritmo circadiano se adquiere en los primeros meses de vida y se conserva  para siempre. Las variaciones circadianas se producen aun durante los episodios febriles, en los cuales existe una temperatura media elevada, a pesar de que la agresión que los genera es constante durante todo el día (p. ej.: endocarditis infecciosa).
Pueden aparecer variaciones adicionales de la temperatura corporal normal con la ingesta de alimentos, la ovulación y el ejercicio físico violento. Los seres humanos participan en la termorregulación a través de distintas conductas voluntarias (vestimenta, ingesta de alimentos, calefacción o refrigeración de ambientes).
 
Definición
En la práctica asistencial se utilizan referencias periféricas de la temperatura corporal central. La temperatura corporal promedio normal de los adultos sanos, medida en la cavidad bucal, es de 36,8oC ± 0,4oC. Existen diferencias en los valores, de acuerdo con el territorio anatómico que se emplea en la medición. Así la temperatura rectal es 0,3oC superior a la obtenida, en el mismo momento, en la cavidad oral y ésta, a su vez, excede en 0,6oC a la registrada simultáneamente en la axila.
El termino fiebre define a la elevación regulada de la temperatura corporal por encima de los valores normales (38oC en la cavidad oral) debido a la reprogramación de los centros termorreguladores hipotalámicos, mediada por citosinas, en respuesta a un estímulo pirogénico (capaz de producir calor) exógeno. En función del ritmo circadiano deben considerarse como fiebre los registros matinales 37,2oC y los vespertinos 37.7oC. Cuando la fiebre es muy elevada (41,5oC) se le designa como hiperpirexia. Una elevación de la temperatura leve que esté entre 37,6oC – 37,9oC se le designa como febrícula, también se menciona como irritación y puede  ser – no necesariamente – el signo anterior a la aparición de fiebre.
Componentes de la fiebre

A.      Autonómicos
·         Vasoconstricción cutánea, con derivación del flujo sanguíneo a estructuras profundas.
·         Disminución de la sudoración.
·         Taquicardia y aumento de la presión arterial.
B.      Endocrino – Metabólico
·         Aumento de la secreción de glucocorticoides, somatotrofina, aldosterona.
·         Disminución de la secreción de vasopresina
·         Secreción de proteínas de fase aguda.
C.      Comportamiento
·         Escalofríos
·         Búsqueda de ambientes cálidos
·         Anorexia
·         Somnolencia
·         Reducción de la actividad física
D.      Coordinación Hipotalámica


En la fiebre la temperatura corporal se eleva como resultado de una respuesta homeostática intacta, el centro termorregulador en respuesta a las citosinas, produce cambios en los mecanismos periféricos para generar y conservar calor hasta alcanzar un valor más elevado de temperatura corporal. La hipertermia es una situación de enfermedad potencialmente mortal donde no existe termorregulación hipotalámica ni pirógenos mediadores, debido a:
·         Producción excesiva de calor (p. ej:. Ejercicio prolongado e intenso, reacciones adversas a neurolépticos y anestésicos, tirotoxicosis).
·         Disminución de la disipación de calor (por temperatura y humedad ambiental elevadas, p. Ej:. Golpe de calor).
·         Perdida de la regulación central (daño del centro hipotalámico termorregulador por traumatismo, hemorragia, tumor, etc.).
El termino hipotermia define a la temperatura corporal central < 35oC. Puede ocurrir en forma accidental – por exposición a una temperatura ambiental baja –, como consecuencia de una condición de enfermedad (sepsis, shock, mixedema) o consumo de drogas (alcohol, psicofármacos, anestésicos, marihuana).
Factores que afectan la temperatura corporal no patológicos:
·         Edad: los niños tienen una temperatura corporal más elevada (37.3-38.3oC) que los adultos. Los adultos mayores en contrario suelen tener una temperatura algo menor que la de un adulto joven.
·         Ritmo circadiano
·         Temperatura ambiente: altas temperaturas o frio extremo.
·         La indumentaria que se utiliza
·         El estrés: las emociones intensas como el enojo o la ira activan el SNA, pudiendo aumentar la temperatura.
·         Cambios menstruales: en la segunda mitad del ciclo, desde la ovulación hasta la menstruación, la temperatura se puede elevar entre 0,3 – 0,5oC.
·         Actividad física: el ejercicio físico muscular incrementa transitoriamente la temperatura corporal. Por el contrario, durante una inactividad prolongada (dormir) la temperatura disminuye.
Semiología
La manifestación cardinal de la fiebre es la elevación de la temperatura corporal normal entre 1oC a 4oC. Para detectar fiebre se pueden realizar las mediciones de la temperatura en la cavidad bucal, el conducto auditivo externo, la axila y el recto. De todos estos registros, el menos fidedigno es el que se obtiene en la axila.
Los instrumentos más comúnmente usados para la toma de temperatura en nuestro medio son:
·         Termómetro de vidrio de mercurio (bucal, más usado, y el anal)
·         Termómetro digital
·         Termómetro de tira plástica (instrumento no recomendado, por su gran ineficacia)
·         Termómetro de oído
Actualmente, la determinación de la temperatura bucal es el método más difundido en el mundo para medir la temperatura corporal de los adultos, pero esta puede resultar errónea en personas que han ingerido comida caliente recientemente antes de la toma, personas que se encuentren agitadas por actividad física, en especial en los fumadores, pues la vasodilatación de la mucosa bucal producida por el humo inhalado puede elevarla falsamente.
La temperatura bucal media, que suele citarse como 37oC, fluctúa mucho. En las primeras horas de la mañana, puede descender hasta 35,8oC y al final de las primeras horas de la mañana, puede descender hasta 35,8oC y al final de la tarde o por la noche, elevarse hasta 37,3oC. Si el paciente se encuentra inconsciente, agitado o no puede cerrar la boca no se recomienda este método.
Técnica en cavidad bucal:
·         Agite el termómetro de mercurio previamente desinfectado para bajar la temperatura hasta 35oC o menos, introdúzcalo bajo la lengua y pida al paciente que cierre los labios sin apretar el termómetro demasiado ni morderlo, y espere de 3 a 5 minutos.
·         Lea a continuación la temperatura, vuélvalo a insertar durante 1 minuto, y repita la lectura. si la temperatura sigue subiendo repita el procedimiento hasta que la lectura se mantenga estable.
·         Si en un caso el paciente ha ingerido líquidos fríos o calientes, o tabaco, lo mejor es demorar la medición durante 10 a 15 minutos.


Técnica en recto:
·         Pida al paciente que se tumbe de lado, con la cadera flexionada. Escoja un termómetro rectal, con una punta roma, lubríquelo e introdúzcalo unos 3 o 4 cm dentro del conducto anal, apuntando hacia el ombligo.
·         Retire a los 3 minutos y efectué la lectura.
·         Desinfecte el termómetro.
Técnica en la membrana timpánica:
·         Compruebe que el conducto auditivo externo no contiene cera.
·         Coloque la sonda dentro del conducto de modo que el haz infrarrojo se dirija hacia la membrana timpánica (de lo contrario, se invalida la medición).
·         Espere entre 2 y 3 segundos a que aparezca el registro térmico digital.
·         Este método mide la temperatura corporal central, que supera la temperatura bucal normal en aproximadamente 0,8oC.

El sistema respiratorio, que comprende los pulmones y la secuencia de conductos aéreos que llevan al ambiente externo, tiene como función proporcionar oxigeno (O2) y eliminar el dióxido de carbono (CO2) de las células del cuerpo. Para llevar a cabo este objetivo son necesarios los cuatro fenómenos siguientes, que en conjunto se conocen como respiración:
 

1 comentario:

  1. LA verdad me parece un foro super interesante lo felicito doctor muy util la informacion

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